Prólogo para una historia
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCT-GUTE8t5pr3STRbQAw4M__CtFm7BlzZgFhd9lJqHxHKvcAXew4V3d8ctBLiZdYFceS1BOS7nmQ1s4QrqCdmMhHR4MVudR7Go_WOeIIFX4lVr-ZFxWl0cPmDpRvqYfMlKGj7KuGCKBQ/s640/IMG_20200820_200050.jpg)
Seguramente nos ocurre lo mismo a todos los que nos dedicamos en mayor o menor medida a escribir, lo hacemos porque no nos queda otra. Mientras vivimos la vida cotidiana las palabras desfilan por nuestra cabeza intentando salir. A veces llegan repentinamente, tanto que asusta, y otras sin embargo se vuelven esquivas, cuánto más las buscamos, más nos rehuyen ellas. Todo comienza con una idea, una fotografía en blanco y negro, un nombre de un antepasado, un recuerdo, una canción, cualquier estímulo que despierte una emoción. Porque escribir es emocionarse para después emocionar. Sucede también que mientras intentamos construir una historia, otra puede estar escribiendose delante de nosotros sin darnos cuenta. Y en esas estoy últimamente. Intento encajar las piezas del puzzle mental que me persigue hace tiempo, a todas horas, y que ojalá algún día pueda llegar a completar, y al mismo tiempo otro relato va tomando forma. Casi sin permiso, sin aviso, con vida propia. No sé si llegará a