Carta a la niña que fui

Querida María José:

Aunque ahora te pueda parecer imposible, un día verás tu nombre en un libro, como autora. Sí, has leído bien.  

Recibirás mucho cariño de muy distintas personas a las que tus palabras habrán emocionado y llegado al corazón.
Y serás inmensamente feliz.
Porque te diré que en ti, vive una escritora dormida, esperando su momento.
Ahora eres una niña que ya ama las palabras y las historias.
Una niña que dibuja sin parar y pone el nombre a todos sus libros de cuentos.
¿ Será eso quizá una señal ?
Y a la que le gusta Gloria Fuertes, ella te servirá de inspiración.
Cuando todas esas historias que ahora vives y escuchas vuelvan a ti, no podrás vivir sin escribir.
Antes de eso trabajaras duro, pero para ti la vida nunca ha sido fácil por lo que estarás sobradamente preparada.
Y te darás cuenta de lo fuerte que eres, a pesar de que ahora te veas tan poca cosa.
Con esa timidez tuya encubierta tras cada payasada.
Sé que te encantan las películas de Fred Astaire y que desearías bailar claqué como él. Pero lo que no sabes es que todo eso formará parte de tu escritura.
También te convertirás en madre, aunque ya lo eres, de tus muñecas y de tus hermanas.
Y entenderás lo que es amar sin tregua.
No dejes de soñar nunca, los sueños sí se cumplen. Siempre y cuando uno luche por ellos, sin rendirse.
Con pasión y corazón.
Sé siempre tu misma, no pierdas tu esencia, ni tu inocencia. Porque eso será precisamente lo que te haga llegar a los corazones.
Mientras tanto se feliz con tus mujercitas en ese casa tan pequeña y tan llena de amor.
Algún día vivirás en mejores condiciones y sin embargo jamás olvidarás esa casa.
Ni el huerto, ni el desván, ni las gallinas, ni los renacuajos, ni el río chocolate...
Ni a tus pobres barriguitas a los que les falta un pie o una mano porque los ratones de la bodega se los han comido.
Querida Sesé, sí, sé que así te llama mamá a veces. Lo sé porque yo soy tú.
Dile cuánto la quiero, por todas las veces que no lo hice.
No tengas prisa por crecer y cree en ti.
Hasta siempre.

María José