Tengo tantas ganas...



Tengo tantas ganas de tener ganas.


No es que las haya perdido del todo, pero este confinamiento es lo que tiene.
Unos días no me alcanzan las horas para lograr mis objetivos y otros, las horas pasan sin darme cuenta, entre la pereza y la desidia.


Hoy, quince de mayo, día de San Isidro, según el refrán, San Isidro labrador quita el agua y pone el sol, siento que poco a poco me vuelven las ganas.
Ojalá sea verdad porque parece que el invierno ha vuelto a Asturias, y necesitamos ver el sol más que nunca, lo digo yo, que soy un alma de otoño. Necesitamos de su luz y energía para afrontar esta nueva realidad que nos ha tocado vivir.


Hoy por fin he sido capaz de ponerme a escribir por aquí, hasta ahora no había podido. Y sin embargo lo echaba tanto de menos. Ya sabéis que escribir me da la vida, siempre, en todo momento. Da igual si me lee una sola persona o unas cuantas porque en estos tiempos de《 me gustas 》ficticios, a mí lo que me gusta es que sean reales, no que sean muchos. Y por suerte, eso creo que lo tengo.
Así que después de un pequeño parón espero seguir compartiendo mis palabras.


Hace poco viendo uno de esos fantásticos programas de Imprescindibles que dan en la 2, escuché a la escritora Soledad Puértolas algo con lo que me identifiqué de inmediato.
Le preguntaban cuando decidió ser escritora y ella respondió que nunca había querido serlo, porque siempre sintió que lo era.
Al escucharla pensé, que salvando las distancias, yo siempre he sentido lo mismo. Esa voz, que aunque intente ignorar, me acaba insistiendo:《Escribe》.


Por eso he vuelto.
Por eso he retocado hasta la  imagen del blog, para retomarlo con ilusión renovada.
Por eso ahora, tengo tantas ganas...


María José

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