Reflexiones








Mañana termina noviembre, parece que empezó ayer y se me ha pasado volando pero es que el tiempo es tan efímero.
Ha sido un buen mes, he dicho adiós a mis cuarenta y cuatro y estreno mis cuarenta y cinco con toda la ilusión por seguir aprendiendo, creciendo, escribiendo...
Y que las palabras me lleven a donde ahora no me puedo imaginar.
En el último año he vivido y aprendido tantas cosas, algunas decepciones, como la vida misma.
He cumplido un sueño que tuve desde niña, ver mi nombre en un libro, como autora.
Y alcanzar ese sueño, curiosamente, me ha dado una gran lección de vida. Pero no sobre libros, sobre las personas.
Algunas me han demostrado lo que yo creo, que por suerte sigue habiendo gente buena y auténtica, gente que siempre va a estar ahí, para lo bueno y  para lo malo. Otras me han enseñado todo lo que yo espero no ser nunca.
Y a pesar de todo creo que seguiré siendo como soy, seguiré creyendo en las personas, confiando, apoyando a otros en sus proyectos. Porque todos nos necesitamos, unos a otros, aunque algunos se crean autosuficientes.
Una tristeza es menor si tenemos con quien compartirla al igual que una alegría es mayor si es igualmente compartida.
Por eso de todo lo que he vivido con mi recién estrenada aventura literaria elijo quedarme con lo bueno, que por suerte ha sido mucho.
Elijo quedarme con el cariño recibido y con los que sois y estáis de verdad, elijo seguir persiguiendo sueños y descumpliendo miedos.
Elijo seguir escribiendo, a mi manera, con el corazón en la mano aunque eso a veces sea un poco arriesgado.
No sé hacerlo de otra forma, si lo hiciera entonces ya no sería yo.
Un pequeño intento de poeta, un pequeño intento de escritora.
Hasta pronto noviembre.

María José

Poeta de andar por casa  


Soy poeta loca
y a veces
se me va la boca.
Lloro, río
escribo.
Sueño, anhelo
escribo.
Soy poeta
de andar por casa
y escribo
lo que me pasa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Palabras susurradas

Algo pasa con Sesé

Navidad de verdad